¿Puedes cambiar tu personalidad de manera voluntaria?

Según la mayoría de los psicólogos, nuestras personalidades son parecidas a los dientes: están estables día a día, pero pueden cambiar con el tiempo. Entonces, ¿cómo los cambiamos? Con los dientes, está claro – ¡ortodoncia! – Pero con nuestras personalidades, es confuso. ¿Es tu personalidad solo una acumulación de experiencia de vida, o puedes cambiar tu personalidad a propósito?

Un entrenamiento de la personalidad

Un estudio reciente exploró esta pregunta haciendo que las personas realicen regímenes de entrenamiento, más o menos, para sus personalidades. Para comenzar, los investigadores reclutaron a 377 estudiantes de psicología y tomaron una prueba de personalidad de 60 preguntas que medía los rasgos de personalidad de los “Cinco Grandes“: apertura, conciencia, extraversión, amabilidad y neuroticismo.

Luego, preguntaron a los participantes si había algún rasgo en el que quisieran trabajar para cambiar. Típicamente, escogieron dos rasgos en los que querían trabajar; el objetivo más popular era reducir el neuroticismo.

Cada semana durante las próximas 15 semanas, los participantes aceptaron hasta cuatro “desafíos” diseñados para empujarlos hacia sus metas. Estos fueron diseñados para ser formas “pequeñas, razonables y medibles” de cambiar los patrones de pensamiento y los hábitos.

Por ejemplo, un desafío para prevenir el neuroticismo fue “Cuando te preocupes por el futuro, dedica al menos dos minutos a visualizar el mejor escenario”. Mientras tanto, las personas que luchan por una mayor extraversión pueden enfrentar desafíos como “Preséntate a alguien nuevo”. Como un régimen de entrenamiento, con el tiempo, los desafíos sugeridos por las personas se hicieron más difíciles.

Al final de cada semana, los participantes informaron si habían completado los desafíos que aceptaron y también retomaron la prueba de personalidad. Al final del estudio, muchos de ellos habían progresado hacia sus objetivos de cambiar sus personalidades. Sin embargo, había un problema.

Cuidado con la reincidencia

En su mayor parte, los investigadores encontraron que mientras más “desafíos” completó una persona, más progreso hicieron. Los aspirantes a extrovertidos alcanzaban su meta si completaban 30 desafíos en 15 semanas que si completaban 20. Lo mismo se aplica a las personas que trabajan en su conciencia y neuroticismo. Sin embargo, la apertura y la amabilidad fueron más obstinadas y relativamente no afectadas por los desafíos.

Todo esto daba a entender lo de siempre. Cuanto más constantemente trabajaban las personas hacia sus metas, más éxito tenían.

Esto es lo que es raro, sin embargo. Registrarse para un desafío y no completarlo parece lo suficientemente inocuo, sin progreso ni pérdida, tampoco. En realidad, sin embargo, se correlacionó con el retroceso. Una persona que trabaja para ser más extrovertida, por ejemplo, a menudo se vuelve menos extrovertida cuando no puede completar un desafío. El seguimiento, en este estudio, fue más importante de lo que nadie esperaba.

Los investigadores no están exactamente seguros del por qué de esto. Dado que el estudio se basó en los datos de personalidad informados por los participantes, puede que, al fallar un desafío, las personas perciben su “problema” de personalidad como más grande que antes. Por otra parte, tal vez el hecho de aceptar un desafío se sintió como un progreso y los hizo relajarse más profundamente en el rasgo que querían arreglar, de la misma manera que podría comer en exceso después de una semana de una dieta exitosa.

Conclusión

En general, el estudio parece confirmar el hecho que puedes cambiar tu personalidad, pero no puedes simplemente querer cambiarla. Tienes que trabajar en ello de manera constante y concreta. También parece que tienes que trabajar en cambios como este durante mucho tiempo, posiblemente para siempre. Este estudio solo duró 15 semanas, y no está claro si el progreso de los participantes continuó más allá de eso.

Entonces, antes de emprender un proyecto como ser más extrovertido, asegúrese de estar seriamente comprometido con él, o podría terminar siendo más introvertido.