El origen del mundo en la mitología nórdica
El origen del mundo en la mitología nórdica es quizás uno de los más interesantes de toda la literatura mundial. Está llena de un amplio panteón de cosas fantásticas y situaciones muy peculiares. Ven, veamos esta historia excepcionalmente colorida, descubre con nosotros el origen del mundo en la mitología nórdica.
¿Cómo se creó el mundo en la mitología nórdica?
Antes del amanecer de los tiempos y antes del origen del mundo en la mitología nórdica, sólo existía un gran vacío oscuro y vasto llamado Ginungagap. Al norte de Ginungagap hay un lugar llamado Niflheim. Es un lugar muy oscuro y frío, y consiste sólo de hielo, escarcha y niebla.
Al sur de Ginunngagap hay un lugar de nombre Muspelheim, esta es la tierra del fuego, y hace tanto calor que sólo consiste en fuego, lava y humo. Este es el lugar donde el gigante de fuego Surtr se convertirá en el gobernante y vivirá aquí junto con otros demonios de fuego y gigantes de fuego de la mitología nórdica.
Se dice que en Nilfheim, en un lugar cuyo nombre es Hvergelmir, es de donde provienen todos los ríos fríos, y se dice que es la fuente de los once ríos. Hvergelmir fue el origen de toda la existencia y el lugar donde cada ser viviente regresará. En Niflheim también se llama Elivagar, que significa “ondas de hielo”, estos son los ríos que existían en Niflheim al principio del mundo en la mitología nórdica.
Había arroyos que salían de Hvergelmir. El agua de Elivagar descendía de las montañas hacia las llanuras de Ginnungagap, donde se solidificaba en escarcha y hielo, que gradualmente formaban una capa muy densa. Esa es la razón por la que hay mucho frío en las llanuras del norte.
Los primeros gigantes de la mitología nórdica
La escarcha de Niflheim y las llamas ondulantes de Muspelheim se arrastraron una hacia la otra hasta que se encontraron en Ginnungagap. Entre el silbido y el chisporroteo, el fuego derritió el hielo, y de las gotas nació Ymir, el primero de los gigantes divinos pero destructivos. Ymir era hermafrodita y podía reproducirse asexualmente; cuando dormía, más gigantes saltaban de sus piernas y del sudor de sus axilas. Tanto Ymir como sus hijos fueron amamantados por la vaca gigante
que, al igual que Ymir, fue creada a partir del hielo derretido en Ginnungagap.
Nacimiento de Odín
La vaca gigante Audhumla se alimentó de un bloque de hielo salado, y mientras lamía el bloque algo extraño sucedió. El primer día, un poco de pelo humano emergió del bloque. El segundo día, Audhumla lamió el bloque de hielo y apareció una cabeza.
Por fin al tercer día, el resto del cuerpo salió. El hombre que emergió del bloque de hielo era Buri, el primero de los dioses. Buri era un gigante, grande y guapo. Más tarde tendría un hijo llamado Borr, con su esposa Bestla. Borr y Bestla también tendrían tres hijos, Odin, Vili y Ve.
La muerte de Ymir
A Odín y a sus dos hermanos molestos por la capacidad reproductiva de los Gigantes, que cada vez se multiplicaban más y más, decidieron acabar con ellos. La única solución que pudieron ver fue matar a Ymir. Los tres hermanos esperaron que el primer gigante se durmiera antes de atacarlo.
Comenzó una horrible batalla, y al usar toda su fuerza lograron matar a Ymir, la sangre brotó con una furiosa fuerza en todas las direcciones del cuerpo de Ymir, y la mayoría de los gigantes se ahogaron en la enorme inundación de sangre.
Sólo dos gigantes sobrevivieron, Bergelmir y su esposa. La pareja huyó y encontró un lugar seguro en la tierra de la niebla, y salvaron sus vidas. Todos los futuros gigantes descienden de esta pareja.
La creación del mundo
El origen del mundo en la mitología nórdica nace de los restos del gigante Ymir. Los tres hermanos arrastraron el cuerpo sin vida de Ymir hacia el centro de Ginnungagap, el lugar donde crearon el mundo a partir de los restos del gigante.
- La sangre se convirtió en los océanos, ríos y lagos.
- La carne se convirtió en la tierra.
- Los huesos se convirtieron en montañas.
- Los dientes se convirtieron en rocas.
- El pelo se convirtió en la hierba y los árboles.
- Las pestañas se convirtieron en Midgard.
Arrojaron el cerebro al aire y se convirtió en las nubes, y el cráneo se convirtió en el cielo. El cráneo de Ymir sería la tapa que cubría el nuevo mundo. Los hermanos tomaron algunas de las chispas que salían de Muspelheim, la tierra de fuego y las lanzaron hacia el interior del cráneo, estas chispas brillaban por la noche y esto es lo que llamamos las estrellas. En las llanuras de Idavoll, construyeron Asgard, que sería el hogar de los dioses. Muy lejos de Asgard, en un lugar llamado Jotunheim se les permitió vivir a los Gigantes.
Origen de los enanos y los puntos cardinales
Mientras Odín y sus hermanos estaban en el proceso de crear un nuevo mundo a partir de las partes del cuerpo del gigante Ymir, los gusanos seguían saliendo de los restos en descomposición, estos gusanos se convertían en enanos. Como los tres hermanos Odín, Vili y Ve tenían miedo de que el cielo se cayera, les dijeron a cuatro de los enanos que sostuvieran el cielo, fueron enviados en todas las direcciones del mundo.
Los nombres de los cuatro enanos son Nordi (Norte), Vestri (Oeste), Sundri (Sur), Austri (Este). El resto de los enanos hicieron sus hogares en las rocas y cuevas bajo la tierra, en Svartalheim. Se convirtieron en expertos en artesanía, y crearon algunas de las armas más poderosas y mágicas, como Mjölnir, el martillo de Thor, pero también hermosas joyas.
Los dos primeros humanos
Un día Odín y sus dos hermanos Vili y Ve caminaron por la playa. Allí encontraron dos troncos, uno de fresno y el otro de olmo.
Odín dio a los troncos espíritu y vida, Ve les dio movimiento, mente e inteligencia y Vili les dio forma, habla, sentimientos y los cinco sentidos. Y de esa forma nacieron los dos primeros humanos. Al hombre se le dio el nombre de Ask, y a la mujer el de Embla. Los dioses decidieron que los humanos debían vivir en el lugar llamado Midgard.
Con el fin de mantener la separación entre el cielo y la tierra, el cuerpo de Ymir, comenzó a brotar raíces. Entonces de las raíces del cadáver del gigante nacería Yggdrasil, el inmenso y frondoso árbol que serviría como eje del universo y de los nuevos mundo que componen la mitología nórdica. Por último, Yggdrasil está custodiado por la serpiente de Nidhogg, que evita el nacimiento de otras criaturas distintas a los humanos y animales que pueblan el mundo.