Origen del mundo según el mito de la creación maya
El mito de la creación maya se narra en el Popol Vuh, el libro que narra la mitología y dinastía de los reyes mayas. Este escrito, oriundo del pueblo Quiché, describe el nacimiento del mundo y del hombre como verás a continuación:
Mito de la creación maya
Como cualquier mito de la creación, el Popol Vuh cuenta que al principio existía el vacío o la nada. En el mundo solo existía el cielo y el mar. Los dioses radicaban en ambos lugares, mientras observaban el potencial no explotado del vacío. Kukulkán (Serpiente emplumada), Tepeu y Hurakán (el de una sola pierna), dioses de la tempestad, del cielo y del viento, tormenta y fuego, se reunieron para crear el mundo.
Los tres arquitectos del mundo llenaron el vacío a través del diálogo. Todo lo que dijeron fue creado. Note la importancia del lenguaje. Para los mayas, los objetos surgen de lo que se llaman. Normalmente, cuando uno piensa en esta relación, es el objeto el primero que existe y luego se nombra; Sin embargo, para el Popol Vuh esta relación es inversa.
También se describe la creación del paisaje y la vida de la Tierra en términos agrícolas. Los dioses idearon como la Tierra será “cosida” y quién será su “proveedor”. Esto sin duda, es un reflejo de la importancia que los mayas otorgaron a la agricultura.
Primero se crearon las montañas y la vida vegetal. Sin embargo, la falta de sonido en el planeta y adorados causó molestia en los dioses. Por tanto, idearon crear a los animales para vivir en los bosques. Al nacer, los creadores ordenaron a los animales que digan palabra alguna. Eventualmente, los animales no podían hablar, solo emitían sonidos en onomatopeya, por lo tanto, eran incapaces de adorar a los dioses. Esto molestó a los creadores, que decidieron que los animales vivirían para siempre en los bosques y estarían subordinados a los humanos más grandes que pronto serían creados…
Creación del hombre
Entonces los dioses comenzaron su empresa de crear humanos. El primer intento fue los hombres de barro, pero rápidamente demostraron ser insatisfactorios ya que se desmoronaban al andar y se deshacían con la lluvia. Además, Sus cabezas no giraban, sus caras estaban torcidas y no podían hablar. Los creadores rápidamente eliminaron a estas personas de barro y comenzaron de nuevo.
En el segundo intento idearon a los hombres de madera. Este lote de la humanidad resultó algo más exitoso ya que podían hablar. Sus cuerpos eran robustos; sin embargo, su piel estaba seca y con costras, lo que les dificultaba moverse de manera coordinada. Lo peor de todo, no tenían memoria ni emociones. Debido a esto, olvidaron y no respetaron adecuadamente a sus creadores.
Furiosamente, Hurakán envió una inundación para acabar con este experimento fallido. Este diluvio es similar al del Antiguo Testamento. Sin embargo, la inundación maya es el resultado del fracaso de los dioses para crear una raza humana suficiente.
No contento, Hurakán envío monstruos a la Tierra con el fin de exterminar a los hombres de madera sobrevivientes. Aun así, hubo personas que escaparon al ataque, sin embargo, una lluvia fundida cayó sobre ellos, pulverizando sus cuerpos. El planeta adquirió un negro profundo y llegó una tormenta de lluvia continua…
Pero los hombres de madera eran resistentes y lograron superar estos inconvenientes. Entonces los animales salvajes irrumpieron en sus casas donde sus planchas y ollas cobraron vida. Aterrorizados, la gente de madera intentó huir, pero a donde escapaban, la calamidad los perseguía. Cuando subieron a sus tejados, sus casas se derrumbaron. Cuando treparon a los árboles, fueron sacudidos de los árboles. Corrían a las cuevas, las entradas se cerraban en sus caras. El Popol Vuh afirma que los monos son todo lo que queda de la gente de madera, ya que los monos se parecen un poco a los humanos.
Los hombres de maíz
El anhelo de los dioses era crear una raza exitosa de humanos capaz de adorarlos adecuadamente. Una vez se establecieran estos seres, el sol, la luna y las estrellas se volverían visibles. Para asegurarse de que este tercer y último experimento fuera exitoso, los dioses enviaron cuatro animales (un zorro, un loro, un coyote y un cuervo) con el fin de encontrar un lugar ideal para la creación.
Una vez que estos animales encontraron un lugar adecuado con una gran cantidad de alimentos, llevaron el maíz a Ixmukané, la Abuela diosa del maíz, para molerlo en una pasta granulada. Kukulkán y Tepeu luego moldearon a los primeros seres humanos de esta pasta.
Cuatro humanos fueron creados inicialmente. Eran conocidos como “padres de la madre“, ya que representaban los componentes femeninos y masculinos de la raza. Estos “padres de la madre” fueron un éxito instantáneo ya que podían expresarse y comprender el mundo que los rodeaba. Exploraron el mundo y el cielo a fondo, ya que poseían una gran visión que les permitía ver a través de los objetos.
Al principio, los dioses estaban complacidos con su creación y su sed de conocimiento, pero pronto la sabiduría de los humanos rivalizó con la de los dioses. Si esto seguía así, los humanos dejarían de adorar y respetar a sus creadores. Para evitar esto, los dioses nublaron parte de la visión y conocimiento de los humanos. El mito maya de la creación estaba completo…
La gente pronto comenzó a multiplicarse y a poblar la Tierra. Sin embargo, el sol aun no aparecía, por lo que los primeros seres caminaban en plena oscuridad. Huyendo de esto, empezaron a emigrar hacia este para encontrar el sol, pero pronto comenzaron a sufrir de hambre. Para remediar esto, los “padres de la madre” escalaron una montaña y rezaron a los dioses.
Los dioses se compadecieron del sufrimiento de la gente. El sol comenzó a salir y la gente cayó de rodillas en agradecimiento. Al principio, los rayos calientes del sol eran intolerables. Sin embargo, con el tiempo las personas lograron disfrutar del calor y la luz del sol. Entonces, se les permitió cultivar la tierra como lo deseaban, cultivando maíz y otros cultivos necesarios.
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