Mito de Cupido y Psique ¡Historia de amor grecorromana!
El mito de Cupido y Psique narra una de las grandes historias de amor del mundo antiguo. En esta leyenda observamos el camino de valentía que una heroína debe demostrar al regresar de la muerte.
Autor del mito de Cupido y Psique
El mito de Cupido y Psique aparece por primera vez en una novela temprana de Lucius Apuleyo, un romano del siglo II d. C. Se cree que su novela nos brinda detalles internos del funcionamiento de los antiguos ritos de misterio, así como esta encantadora historia romántica de amor entre un mortal y un dios.
Su obra se llama la Metamorfosis (Transformaciones) o el Asno de oro. En la trama principal, el protagonista Lucius tontamente incursiona en la magia y se transforma accidentalmente en un burro. El mito de la historia de amor y boda de Cupido y Psique es de alguna manera una versión de la propia esperanza de redención de Lucius por el error fatal que lo convirtió en un asno. Se encuentra en los libros 4 – 6 de la historia central del Asno de Oro.
Historia de Cupido y Psique (resumen)
El amor de Cupido y Psique comienza de la siguiente manera. Psique era una princesa increíblemente bella, la más joven y bella de tres hermanas. Su belleza era tal, que los pobladores comenzaron a adorarla, dejando de lado su culto a Venus (Afrodita).
Celosa y furiosa, la diosa persuade a su hijo Cupido (dios del amor) para que haga que Psique se enamore de un monstruo humano. Sin embargo, Cupido quedó anonadado ante tal belleza y por error se disparó una flecha, quedando perdidamente enamorado de Psique.
Muy pronto los familiares de Psique notaron que su belleza enfurecía a los dioses. Su padre, al ver que ningún mortal se atrevía a desposar a su hija, va en busca de ayuda al templo de Apolo. En aquel lugar encontró la respuesta. El designio era que Psique estaba destinada a ser novia de un amante no mortal, un monstruo que ni los hombre ni dioses pueden resistir. Su nuevo novio la esperaba en la cima de una montaña.
En obediencia, Psique va a la montaña, donde encuentra un magnífico palacio y sirvientes invisibles durante el día, y un novio invisible en las noches. Su desconocido amante desfilaba en las noches por la habitación de Psique, donde ambos daban rienda suelta a su pasión. La bella mujer sentía mucha ternura por su pareja, sin embargo, aún estaba latente las palabras del oráculo en el Templo de Apolo: que su amante era un monstruo irresistible.
Contra los deseos de su amante, Psique invita a sus dos hermanas al palacio, que, guiadas por la envidia de los lujos del hogar de su bella hermana, convencen de que su novio invisible es realmente una serpiente a quien debe matar antes que él se la coma.
El misterio sobre Cupido
Cupido fue un maravilloso amante y esposo para Psique, pero había una cosa extraña en su relación. El dios se aseguró de que su pareja nunca viera su aspecto. A Psique no le importaba. Tenía una vida plena con su esposo en la oscuridad y, durante el día, tenía todos los lujos que podía desear.
Cupido era un dios y, por hermoso que fuera, no quería que su esposa mortal viera su forma. Las hermanas de Psique no sabían que él era un dios. Sin embargo, sabían que la vida de Psique era mucho más feliz que la de ellas. Conociendo bien a su hermana, aprovecharon sus inseguridades y persuadieron a Psique de que su esposo era un monstruo horrible.
Psique comenzó a tener dudas de su esposo. Para satisfacer su curiosidad, en la noche usó una vela para descubrir el rostro de su amado dormido.
La forma divina de Cupido era exquisita, y Psique se quedó allí paralizada, mirando a su amante con la vela derritiéndose. Un poco de cera goteó sobre su esposo. El dios se despertó abruptamente y furioso, desobedecido y herido se fue volando. Aparentemente el amor de Cupido y Psique había terminado.
Las pruebas o tareas de Psique
Devastada por su acción Psique intenta suicidarse y cuando eso falla, le pide ayuda a su suegra Venus. La diosa, aún celosa y vengativa, le asigna cuatro tareas imposibles. Psique pasó los primeros tres desafíos, pero la última tarea fue demasiado para ella. Las cuatro pruebas fueron:
- Clasifique una gran cantidad de cebada, mijo, semillas de amapola, lentejas y frijoles. Las hormigas (pismires) la ayudan a clasificar los granos dentro del tiempo asignado.
- Reúne un madejo de lana de oveja dorada brillante. Una caña le dice cómo realizar esta tarea sin ser asesinada por los animales viciosos.
- Llena un recipiente de cristal con el agua del manantial que alimenta al Styx y al Cocytus. Un águila la ayuda.
- Ir al Inframundo y pedirle a Proserpina (Perséfone) un poco de su belleza para entregarle a Venus (Afrodita).
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La cuarta tarea fue demasiado tentadora para Psique. La belleza de Proserpina, en forma de crema, la tentaba para que la use. Si la belleza perfecta de la diosa perfecta Venus necesitaba esta crema de belleza del inframundo, pensó Psique, ¿cuánto más ayudaría a una mujer mortal imperfecta? Por lo tanto, Psique recuperó la caja con éxito, pero luego la abrió y cayó en un sueño mortal, como Venus predijo en secreto.
Reunión y final feliz para el mito de Cupido y Psique
La leyenda termina cuando Cupido acude al rescate de Psique y la lleva al Olimpo para que bajo las ordenes de Júpiter (Zeus) le otorgan néctar y ambrosía para que se vuelva inmortal.
En el Olimpo, en presencia de los otros dioses, Venus se reconcilió de mala gana con su nuera embarazada, que estaba a punto de dar a luz a un nieto que adoraría, llamado Voluptas en latín, o Hedone en griego.