Cuáles son las siete colinas de Roma
La bella ciudad de Roma destaca geográficamente por sus siete colinas: Esquilino, monte Palatino, Aventino, Capitolino, Quirinal, Viminal y Celio.
Antes de su fundación, cada una de las siete colinas de Roma contaba con su propio pequeño asentamiento. Los habitantes de cada uno interactuaban entre sí para finalmente fusionarse, simbolizados por la construcción de los Muros Servianos alrededor de ellas.
A continuación, te contamos aspectos importantes de cada una de las siete colinas de Roma, símbolos máximos del Imperio Romano.
Esquilino
Entre las siete colinas de Roma, la más grande era El Esquilino. En ella, el emperador Nerón, construyó su domus aurea. Entre otras construcciones ubicadas en aquel lugar tenemos: El Coloso, el Templo de Claudio y los Baños de Trajano.
Antes de la creación del imperio, la parte extrema oriental del Esquilino fue usada para arrojar basura. Además, funcionaba como fosa funeraria de los pobres. Esta área de entierro estaba fuera de los muros de la ciudad, ya que el entierro estaba prohibido en la ciudad.
Por razones de salubridad, el emperador Augusto mandó a cubrir las fosas, con el fin de crear parque llamado Horti Maecenatis (Jardines de Mecenas).
Monte Palatino
Palatino tiene un área de aproximadamente 25 acres con una altura máxima de 51 metros sobre el nivel del mar. Está unida con el Esquilino y el Velia, convirtiéndose en la colina central de las siete existentes. Fue la primera zona de todas en ellas en ser poblada y convertirse en un asentamiento.
A pesar de su antigüedad, gran parte de su estructura no está excavada, a excepción del área más cercana al Tíber. En ella se encontraban infraestructuras como La residencia de Augusto, el Templo de Apolo y los templos de la Victoria y la Gran Madre (Magan Mater). También se dice que Rómulo vivía en este asentamiento.
Según una leyenda, Evander y la banda de griegos arcadios de su hijo Pallas se establecieron en esta colina.
Cerro Aventino
Este asentamiento fue hogar de Remo, el hermano del fundador de Roma, Rómulo. El Aventino se caracteriza por su gran concentración de templos a deidades extranjeras.
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La colina del Aventino fue hogar de los plebeyos. Fue separado del Palatino por Circus Maximus. Entre los templos de dioses que se ubicaban allí, tenemos a Diana, Ceres y Libera. Otra construcción destacada era el Armilustrium. Se utilizó para purificar armas que iba a usarse en la batalla al final de la temporada militar. Otro lugar importante fue la biblioteca de Asinius Pollio.
Capitolino
El Capitolino fue el centro religioso principal de las siete colinas de Roma. Es la más pequeña y se sitúa en el corazón de Roma (el foro) y el Campus Martius.
El Capitolino se ubicaba dentro del Muro de Servian, en la sección noroeste. Puede compararse con Acrópolis de Grecia, que servía como ciudadela en el período legendario, con acantilados escarpados en todos los lados, excepto el que solía estar unido a la colina del Quirinal.
Durante el imperio, se le conoció con el nombre de Mons Tarpeius. Ese nombre proviende de la roca Tarpeian, lugar donde algunos de los grandes criminales de Roma terminaban arrojados por sus delitos. También se dice que existió un asilo, donde Rómulo, el fundador de Roma, se estableció.
El nombre de la colina proviene del legendario cráneo humano (caput) encontrado enterrado en ella. Fue hogar del templo de Iovis Optimi Maximi, construido durante el periodo de los reyes etruscos de Roma. En este templo se encerraron los asesinos de César después de asesinarlo.
En otro de los templos ubicados en este lugar, el Juno Moneta, se acuñaron las monedas del imperio romano.
Quirinal
Se ubica en la parte más septentrional de las siete colinas de Roma. Junto al Viminal y al Esquilino se les conoce como colles, más diminutos que los montes (colinas).
Perteneció a los Sabinos durante sus primeros días. Entre los personajes que habitaron en este lugar están Numa, segundo rey de Roma y Atticus, amigo de Cicerón.
Viminal
La menos importante de las siete colinas de Roma, debido a la escasez de monumentos. Entre los pocos templos tenemos al de Serapis de Caracalla.
Al noreste del Viminal se encontraban las termas Diocletiani, Baños de Diocleciano, cuyas ruinas fueron reutilizadas por las iglesias después de que los baños se volvieron inutilizables cuando los godos cortaron los acueductos en 537 d.c.
Celia
Era la colina que se ubicaba en la parte más sudeste de las siete colinas de Roma. En la parte sur de esta colina se construyeron los baños de Caracalla (Thermae Antoniniani). Los antiguos romanos la describían como una lengua de “2 kilómetros de largo y de 400 a 500 metros de ancho”.
Durante el periodo de la República, Celia contó con una gran densidad de habitantes. Sin embargo, después de un incendio en 27 d.c, se convertiría en un lugar exclusivo solo para las personas ricas de Roma.