Las principales causas de la Gran Depresión
La Gran Depresión duró de 1929 a 1939 y fue la peor depresión económica en la historia de Estados Unidos. Los economistas e historiadores señalan la caída de la bolsa del 24 de octubre de 1929 como el comienzo de la recesión. Pero la verdad es que son muchas las causas de la Gran Depresión, no un solo evento.
En Estados Unidos, la Gran Depresión condujo a la elección de Franklin D. Roosevelt como Presidente en 1932. Prometiendo a la nación un New Deal, Roosevelt se convertiría en el presidente más viejo de la nación. El New Deal o Nuevo Trato no era más que una serie de políticas intervencionistas para frenar la Gran Depresión.
La recesión económica no se limitó sólo a Estados Unidos, sino que afectó a gran parte del mundo desarrollado. Una de las causas de la Gran Depresión en Europa, fue que los nazis llegaron al poder en Alemania, sembrando las semillas de la Segunda Guerra Mundial. A continuación, las cinco principales causas de la Gran Depresión
Caída de la Bolsa de Valores de 1929
Recordado hoy como “Martes Negro“, el crack bursátil del 29 de octubre de 1929 no fue ni la única causa de la Gran Depresión ni el primer crack de ese mes. El mercado, que alcanzó máximos históricos ese mismo verano, comenzó a declinar en septiembre.
El jueves 24 de octubre, el mercado se desplomó con la campana de apertura, causando pánico. Aunque los inversores lograron detener la caída, sólo cinco días después, el “Martes Negro“, el mercado se derrumbó, perdiendo el 12 por ciento de su valor y eliminando 14.000 millones de dólares en inversiones. Dos meses después, los accionistas perdieron más de 40 mil millones de dólares. A pesar que el mercado de valores recuperó algunas de sus pérdidas a finales de 1930, la economía quedó devastada. Estados Unidos se sumergía en la Gran Depresión.
Quiebra de los Bancos
Los efectos de la caída del mercado de valores se extendieron por toda la economía. Casi 700 bancos quebraron en los meses menguantes de 1929 y más de 3.000 colapsaron en 1930. El seguro federal de depósitos era aún desconocido, así que cuando los bancos quebraron, la gente perdió todo su dinero. Algunas personas entraron en pánico, corrían y retiraban desesperadamente su dinero. Esto a la postre forzaba a más bancos a cerrar.
A finales de la década, más de 9.000 bancos quebraron. Las instituciones sobrevivientes, inseguras de la situación económica y preocupadas por su propia supervivencia, se volvieron reacias a prestar dinero. Esto agravó la situación, lo que llevó a un gasto cada vez menor.
Reducción de compras
Con sus inversiones sin valor, disminución del ahorro, y el acceso al crédito casi inexistente, tanto por parte de los consumidores como de las empresas, la economía se estanca. Como resultado, los trabajadores fueron despedidos en masa.
A medida que las personas perdían sus empleos, no podían seguir pagando por los artículos que compraron a través de planes de pago a plazos; los embargos y los desalojos eran comunes. Más y más inventario comenzó a acumularse. La tasa de desempleo se elevó por encima del 25 por ciento, lo que significó un gasto aún menor para ayudar a aliviar la situación económica.
Política Económica Americana con Europa
A medida que la Gran Depresión estrechaba su control sobre la nación, el gobierno se vio obligado a actuar. Con la promesa de proteger a la industria estadounidense de los competidores extranjeros, el Congreso aprobó la Ley de Aranceles de 1930, más conocida como la Tarifa Smoot-Hawley.
La medida impuso tipos impositivos casi récord a una amplia gama de mercancías importadas. Varios socios comerciales estadounidenses tomaron represalias imponiendo aranceles a los productos fabricados en Estados Unidos. Como resultado, el comercio mundial cayó en dos tercios entre 1929 y 1934. Para entonces, Franklin Roosevelt y un Congreso controlado por los demócratas aprobaron una nueva legislación que permite al presidente negociar tarifas arancelarias significativamente más bajas con otras naciones.
Condiciones de sequía
La devastación económica de la Gran Depresión se vio agravada por la destrucción del medio ambiente. Una sequía de años de duración, junto con prácticas agrícolas que no utilizaban técnicas de conservación del suelo, creó una vasta región que va desde el sureste de Colorado hasta la mendiga de Texas, que llegó a llamarse Dust Bowl. Las enormes tormentas de polvo asfixiaron a las ciudades, matando cosechas y ganado, la gente enfermó y causó daños a millones de personas.
Miles de personas huyeron de la región cuando la economía colapsó. Pasarían años, si no décadas, antes de que el medio ambiente de la región se recuperara.
El legado de la Gran Depresión
Hubo otras causas de la Gran Depresión, pero estos cinco factores son considerados por economistas e historiadores como los más significativos. Condujeron a importantes reformas gubernamentales y a nuevos programas federales; algunos, como el Seguro Social, el apoyo federal a la labranza de la conservación y la agricultura sostenible, y el seguro federal de depósitos, todavía están con nosotros hoy en día.
Aunque Estados Unidos experimentó importantes recesiones económicas desde entonces, nada iguala la gravedad o duración de la Gran Depresión.
Se han preguntado si la gran depresión fue en parte provocada o más bien la impulsaron para beneficio de un selecto grupo de empresarios que no sufrieron durante esa década de crisis, ya sabían de algunas cosas que iban a suceder y otras situaciones fueron mera coincidencia como sequía.