La muerte de Hipatia, filósofa y astrónoma del siglo IV
Hipatia fue una filósofa, matemática y astrónoma que vivía en un mundo de hombres en el siglo IV de Alejandría. Los tiempos eran turbulentos y la brutal y repentina muerte de Hipatia muestra lo difícil que fue ser una gran pensadora en ese período de la historia.
En el siglo IV el Imperio Romano pasó a ser una entidad pagana y cristiana compartida. En muchos lugares, sin embargo, el cristianismo estaba empezando a salir a la luz, especialmente en el Imperio Romano de Oriente. Alejandría, Egipto, estaba en el centro de esta lucha. Era un lugar donde existía una amalgama de paganos, judíos y cristianos que compartían un espacio.
En este conflicto religioso entró Hipatia, una erudita y directora de la escuela platónica de Alejandría, que se encontró con una muerte prematura en las circunstancias más brutales e injustas.
¿Quién era Hipatia?
Nació alrededor del año 355 d.C. Fue hija de de Teón, un matemático, astrónomo, y el último miembro del Museo Alejandrino. Su padre decidió que quería convertirla en “un ser humano perfecto”. Así que cuando vio su interés por las ciencias y las matemáticas, la educó en estos temas y probablemente la animó a ampliar sus conocimientos también en el extranjero.
Cuando cumplió 31 años, Hipatia era una de las principales fuerzas académicas de Alejandría. A Hipatia se le atribuye el mérito de escribir sobre la geometría de Apolonio y la teoría de números de Diofante. También trabajó en una mesa astronómica, que al parecer sería una revisión de los proyectos de su padre. Desafortunadamente, todo su trabajo original se perdió con el tiempo.
Sus fuertes habilidades para enseñar, preservar y comentar textos antiguos la ayudaron a convertirse en la profesora principal de una escuela platónica en Egipto, dando clases de astronomía y de filosofía.
También se afirma que ella fue la principal matemática y astrónoma de su tiempo. Filostorgio, historiador de la Iglesia y contemporáneo de Hipatia, escribió que “introdujo a muchos en las ciencias matemáticas” y que “llegó a ser mucho mejor que su maestro en el arte de la observación de las estrellas”. Sus nuevas observaciones sobre el movimiento de las estrellas las presentó de una manera “accesible a los hombres y mujeres de su tiempo, explicando sus nuevas observaciones en una obra original titulada Canon Astronómico“.
Pero la muerte de Hipatia no fue sólo por sus enseñanzas. La actual lucha política entre el jefe de la iglesia de Alejandría (Cirilo) y el jefe del gobierno (Orestes) necesitaba un chivo expiatorio. Como Hipatia ya estaba causando estragos en la sociedad, se consideró el blanco más fácil.
Turbulencia religiosa
El conflicto entre Orestes y Cirilo era religioso. Orestes ere un pagano que mantenía una relación estrecha y protectora con la comunidad judía de la ciudad. Mientras que Cirilo, por otro lado, era un hombre totalmente cristiano. Como dice la historia, los dos hombres ya estaban peleando por el intento de Cirilo de impulsar reformas eclesiásticas en toda Alejandría. Sin embargo, su disputa llegó a un punto crítico cuando Orestes emitió un edicto que dictaba las reglas de las exhibiciones de danza judía, un tema particularmente delicado entre los dos hombres. Un cristiano, Heirax, aplaudió el edicto y los judíos lo acusaron de ser un enviado para encolerizarlos y provocarlos. Para apaciguar a sus súbditos, Orestes hizo torturar y matar a Heirax abiertamente. Pero los judíos estaban realmente molestos, y desafortunadamente para Orestes, tomaron el asunto en sus propias manos.
Con ira, los judíos de la ciudad engañaron a los cristianos haciéndoles creer que su iglesia estaba ardiendo en medio de la noche. Según Sócrates Escolástico, cuando los cristianos huyeron a las calles para salvar su amado santuario, fueron masacrados. El resultado: los judíos fueron despojados de sus bienes mundanos y desterrados por Cirilo; mientras que Orestes fue atacado, supuestamente por quinientos monjes.
Hipatia el chivo expiatorio
Según Juan de Nikiu, Hipatia no era sólo una filósofa y erudita. Era una mujer de artimañas mágicas que practicaba “encantos satánicos” y que había encantado al gobernador Orestes. Parecía que Hipatia era mujer de plena confianza para Orestes y se frecuentaban seguidamente, como lo afirman numerosos eruditos antiguos y medievales, y por ello los cristianos y Juan de Nikiu parecían creer que ella estaba detrás de todas las acciones y decisiones de Orestes. Juan de Nikiu afirma, en cierto modo, que encantó a Orestes para que cumpliera sus órdenes.
La muerte de Hipatia
Los cristianos son los responsables de la muerte Hipatia en su afán de silenciar su “poder” sobre Orestes. Hipatia fue perseguida y secuestrada por el magistrado Pedro y sus compañeros cristianos y llevada a la iglesia Cesáreo. Brutalmente, la despojaron de su ropa y golpearon con azulejos o conchas de ostras y supuestamente la despellejaron viva con esas mismas conchas de ostras. Luego la arrastraron por las calles hasta que murió.
Independientemente de los detalles, la muerte de Hipatia es tan brutal y cruel, que es obvio que el trato que recibió fue más como un animal para la matanza que como un ser humano. Tanto si trabajo o no estrechamente con Orestes, el camino de su muerte fue horrible e inmerecido.