La Gestapo: Historia de la policía secreta de Alemania Nazi
La Gestapo no fue otra cosa que la policía secreta de la Alemania Nazi. Era una organización que se encargaba de acabar con los opositores políticos, suprimir cualquier indicio de oposición y perseguir a los judíos. Desde su nacimiento como organización de inteligencia prusiana, se convirtió en un aparato de opresión muy temido.
Su misión era investigar a cualquier persona o entidad sospechosa de oponerse al Partido Nazi. Sus funciones se expandieron por toda Alemania y los países que ocupó esta nación.
Origen de la Gestapo
El nombre Gestapo es una abreviatura de las palabras alemanas Geheime Staatspolizei, que significa “Policía Estatal Secreta“. Sus orígenes se remontan a la fuerza policial civil en Prusia, que se transformó después de una revolución de derecha a fines de 1932. En su interior se expulsó a toda persona simpatizante de izquierda y judíos.
Hermann Goering, persona cercana a Hitler, fue nombrado ministro del interior de Prusia cuando este último llegó al poder. Goering intensificó la purga de la agencia de policía prusiana y otorgó poderes para investigar y perseguir a los enemigos del Partido Nazi.
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A principios de la década de 1930, cuando varias facciones nazis maniobraron por el poder, la Gestapo tuvo que competir con las SA (las tropas de asalto) y las SS (la guardia de élite de los nazis). Después de complicadas luchas de poder entre las facciones nazis, la Gestapo se convirtió en parte de la policía de seguridad bajo Reinhard Heydrich, un nazi fanático originalmente contratado por el jefe de las SS, Heinrich Himmler para crear una operación de inteligencia.
Relación con las SS
La Gestapo y las SS eran organizaciones separadas, pero compartían la misión común de destruir cualquier oposición al poder nazi. En general, las SS operaban como una fuerza militar uniformada, eran tropas de choque de élite que aplicaban la doctrina nazi y participaban en operaciones militares. La Gestapo operaba como una organización de policía secreta, utilizaba vigilancia, interrogatorios coercitivos hasta el punto de tortura y asesinato.
Se produciría una superposición entre los oficiales de las SS y de la Gestapo. Por ejemplo, Klaus Barbie, famoso jefe de la Gestapo en la ocupada Lyon, Francia, fue un oficial de las SS. Y la información obtenida por la Gestapo fue utilizada habitualmente por las SS en operaciones dirigidas a partisanos, combatientes de la resistencia y enemigos percibidos de los nazis. En muchas operaciones, particularmente en la persecución de judíos y el asesinato en masa de “La solución final“, ambas organizaciones operaron en conjunto. La Gestapo no operaba los campos de exterminio. Pero fue generalmente instrumental en la identificación y captura de los que serían enviados a los campos de concentración.
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Tácticas de la Gestapo
La Gestapo se obsesionó con acumular información. Cuando el Partido Nazi llegó al poder en Alemania, una operación de inteligencia dirigida a cualquier enemigo potencial se convirtió en una parte vital del aparato del partido. Cuando Reinhard Heydrich comenzó su trabajo para los nazis a principios de la década de 1930, comenzó a guardar archivos sobre aquellos sospechosos de oposición a la doctrina nazi. Sus archivos crecieron de una simple operación en una oficina a una extensa red de archivos que comprende información recopilada de informantes, escuchas telefónicas, correo interceptado y confesiones extraídas de los detenidos.
Como organización auspiciadora del resto de fuerzas policiales alemanas, la Gestapo parecía tener ojos en todas partes. Todos los habitantes de Alemania permanecían en constante investigación. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial y las tropas alemanas invadieron y ocuparon otros países, esas poblaciones cautivas también fueron investigadas por la organización.
La acumulación fanática de información se convirtió en el arma más poderosa de la Gestapo. Generalmente, con métodos brutales, se suprimía cualquier desviación de la política nazi. Su herramienta favorita era la intimidación. El miedo al interrogamiento a menudo era suficiente para sofocar cualquier disidencia.
En 1939, el papel de la Gestapo cambió un poco cuando se fusionó efectivamente con el SD, el servicio de seguridad nazi. En los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, operó sin ninguna restricción. Sus oficiales podían arrestar a cualquiera sospechoso, interrogarlos, torturarlos y enviarlos a prisión o campos de concentración.
En las naciones ocupadas, la Gestapo libró una guerra contra los grupos de resistencia, investigando a cualquiera sospechoso de resistir el dominio nazi. Con ella se perpetraron múltiples crímenes de guerra, como la ejecución de rehenes en represalia por las operaciones de resistencia dirigidas a las tropas alemanas.
Secuelas
El reinado de terror de Alemania Nazi y la Gestapo terminó con la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial. Los Aliados perseguirían a muchos de sus oficiales y enfrentaron juicios como criminales de guerra.
Sin embargo, muchos veteranos de la Gestapo escaparon del castigo al mezclarse con la población civil y finalmente establecerse con nuevas vidas. Sorprendentemente, en muchos casos escaparon de cualquier responsabilidad por sus crímenes de guerra porque los funcionarios de los países Aliados los encontraron útiles.
En la Guerra Fría, occidente estaba muy interesado en cualquier información sobre los comunistas europeos. La Gestapo en sus archivos tenía material extenso sobre movimientos comunistas y eso era una información muy valiosa. A cambio de proporcionar información a las agencias de inteligencia estadounidenses, algunos oficiales de la Gestapo recibieron asistencia para viajar a Sudamérica y comenzar su vida con nuevas identidades.
Los oficiales de inteligencia estadounidenses utilizaron un sistema llamado ratlines. Este consistía en trasladar ex nazis a América del Sur. Un famoso ejemplo de un nazi que escapó con ayuda estadounidense fue Klaus Barbie, el jefe de la Gestapo en Lyon, Francia.
Finalmente, atraparon a Barbie viviendo en Bolivia, y Francia trató de extraditarlo. Después de años de disputas legales, regresó a Francia en 1983 y llevado a juicio. Lo declararon culpable de crímenes de guerra después de un juicio en 1987. Murió en prisión en Francia en 1991.